En el día de ayer el Cádiz CF (recientemente equipo de 2ªB siempre y cuando la ley lo confirme), cerró la contratación del peruano Juan Carlos Mariño. El andino firmó en las oficinas del Carranza un contrato que le vincula al submarino amarillo por dos campañas. Ahora, el problema viene cuando el bueno de Juan Carlos dijo que no estaba dispuesto a jugar en la categoría de bronce. Esta decisión del peruano se podría considerar una cornada para el Cádiz, el cuál solventó este problema con una solución muy adecuada. Si el recurso presentado ante la CEDD prospera y el Cádiz disputa la siguiente temporada como equipo de segunda (cosa que yo personalmente no veo bien), Mariño sería jugador amarillo. Pero en el caso de que el recurso no prospere (que será lo mas seguro), el jugador sería cedido a un conjunto de su país o de la categoría de plata, lugar al que los amarillos esperan regresar lo antes posible.
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