
Jorge García González
El máximo accionista del club alicantino, Enrique Ortíz; respaldado por el segundo máximo accionista y presidente del club, Valentín Botella; han decidido reclamar la cláusula de rescisión que asciende a los 500.000 euros para la marcha del entrenador Juan Carlos Mandiá y de su cuerpo técnico al conjunto cántabro.
Cuando durante el día de ayer todo parecía cerrado y pactado, el máximo accionista Enrique Ortíz, en un impulso de rabia decide tras la decisión de Juan Carlos Mandía tomada durante el día de ayer; paralizar de manera momentánea las negociaciones, exigiendo el abono de la cláusula de rescisión del técnico gallego (la cuál asciende a un montante de 300.000 euros) y de su cuerpo técnico (alrededor de los 200.000).
Dicha cláusula (500.000 euros) deberá de ser abonada por el conjunto cántabro en caso de que pretendan llevar a buen puerto las negociaciones; el cuál, a simple a apreciación, se ha negado rotundamente a su pago, ya que tras los 200.000 euros abonados a Muñiz por la rescisión de su contrato, que harían ascender la operación a casi el millón de euros.
Por otra parte, el entrenador gallego, quién parece decidido en su decisión de abandonar el club mediterráneo; sería, en caso de que los cantabros no abonasen dicha cláusula; el encargado de su pago, por lo que parece más que probable que momentáneamente la operación se paralice.
A pesar de las buenas relaciones entre los dos máximos accionistas de ambos clubes, el Hércules de Alicante, parece que no va a dar su brazo a torcer tan fácilmente.
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